Sumergidos en Versailles
El palacio de Versailles es otra de las maravillas que podemos encontrar en la ciudad de parís. Al pasear por sus jardines o visitar las dependencias de palacio podemos sentir como los reyes vivían en este magnífico lugar su día a día.
Versailles es símbolo de grandeza y riqueza, así querían demostrar su poder ante el pueblo. Nada más llegar nos encontramos con la entrada principal al palacio en oro. La decoración del palacio pertenece al estilo barroco, es decir, que todo es recargado de adornos pomposos, oro, colores, pinturas...
En la capilla real, el rey y sus súbditos acudían a misa. Toda una ceremonía se celebraba en palacio cuando el rey realizaba cualquiera de sus actividades, ya fuera ir a misa o jugar al billar.
Galería de los Espejos.
Es la galería de los espejos una de las dependencias más visitadas de palacio. Se hizo para conmemorar todos los acontecimientos reales realizados en pinturas, como los matrimonios. Esta sala también está acristalada para hacer reflejar la luz en los espejos y cristales y hacerla la más luminosa del palacio.
Cámara del Rey
Cámara de la reina
Las cámaras del rey y de la reina, son las dos alcobas principales del castillo, entre muchas otras salas. No solo tenían el lugar donde dormían con su cama sino que estas alcobas eran precedidas por otras habitaciones como estudios o bibliotecas.
Galería
Esta parte del castillo ha sido destinada a un pequeño museo con cuadros conmemorando las batallas en las que participó Francia. Por estilo, recuerda a algunas partes del Louvre. Esto no es de extrañar ya que el rey vivió en el Louvre siendo los jardines de Tuileries, los jardines de palacio. Mandó construir Versailles porque el Louvre era muy pequeño y quería alejarse de la gran ciudad.
Jardines
Sin duda lo más impactante de Versailles son sus jardines. No solo por su inmensidad sino por su cuidada decoración con fuentes y esculturas. Los jardines están dividos en pequeñas parcelas que pertenecían a cada uno de los miembros de la familia real.
Salle de bal
La sala del baile, como su nombre indica, estaba destinada a los bailes reales.
Orangerie
L'orangerie, es el invernadero particular de naranjos del rey. No solo había naranjos franceses sino también de España o Portugal.
Dentro de los jardines en una zona más alejada, podemos encontrar los dominios de Marie-Antoinette. Se trata de dos pequeños palacios exclusivos para la reina cada uno con sus jardines y dedicados a distintas tareas.
Gran Trianón
En el gran trianón podemos encontrar salas dedicadas a las artes como la pintura, la música o incluso a los juegos de mesa.
Pequeño Trianón
El pequeño trianón, tiene cocina, dormitorio, salas de música y una sala exclusiva para el billar. Pero cabe destacar que en los jardines del pequeño trianón aguarda uno de los lugares con más encanto de todo el palacio: la aldea de la reina.
Templo del amor
Aldea de la reina
La aldea fui construída exclusivamente para la reina, su objetivo era proporcionar a la reina una visión idealizada de la vida rural. Cuenta con animales de corral, de granja e incluso vacas para ordeñar.
Descansando y final
Desde las 12 de la mañana hasta las 20.00h andando sin parar, acabamos que exhaustos, sin aliento y casi sin fuerzas para llegar. Pero la verdad es que mereció la mucho la pena; si no recorres cada rincón de los jardines te estás perdiendo algo maravilloso. Para ver bien Versailles hace flata dedicarle un día entero desde por la mañana hasta que cierren, solo así se descubren las maravillas que este palacio esconde.
Oye, ¡¡que yo quiero ir a la aldea esta!! Ya tengo excusa para volver a París, ir a Versailles por nosecuantoenésima vez, jaja. Vaya, ¡lo que me he perdio!
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